Vistas de página en total

sábado, 17 de marzo de 2012

Y créeme cuando te digo que tu ignorancia hacia a mí me hace encontrarle un cierto placer a la muerte.
La vida no siempre se viste con sus mejores colores, basta con que se nuble el cielo un instante para desear tempestades recorriendo el reverso de mi piel, porque ningún dolor es comparable con el que me provocas.

Eras la única ilusión que mi alma poseía, y ahora pensarte es sin tenerte es lo más difícil pues me vuelvo gris y dévil cuando te noto lejos, tan lejos que me olvido de que aún tu cuerpo sigue oxigenando el mismo aire que hoy respiro.
Nunca daría mi vida por nadie, pues te haces llamar así.
Sólo tu posees el amor que hoy echo en falta, el que necesito para seguir respirando, te lo llevaste,
convirtiendo así tu recuerdo en un desvelo contínuo y en delirios evidentes.

Y quiero coger a olvido y usarte con su poder, créeme que lo deseo con todas mis fuerzas, las únicas que me quedan, casi déviles e inexistentes, pero no puedo, porque voluntad es de lo que carezco y amor es de lo que hoy peco, solo es lo que quiero tu mirada frente a mi reflejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario